martes, 21 de febrero de 2012

Transformaciones

Luego de horas, días y semanas, la espalda se transforma, se desfigura, y se convierte en un espejo para el remero que está detrás. El sudor sucio y oloroso es toda la humanidad que puede sentirse en el interior de la nave. Los cuerpos rozan, se resbalan, mutan, y se transforman en uno. Cuando el cansancio se apodera y gobierna, sólo queda algo adentro, el oxígeno.

El murmullo es inabarcable, eterno, como las olas que golpean constantemente el casco. Nadie piensa, nadie hace nada, sólo las espaldas y los brazos acalambrados se mueven hacia adelante y hacia atrás. De pronto, uno de los remeros se desprende de la cadena interminable de pensamiento, por un instante…

domingo, 13 de noviembre de 2011

La reina de los mares

Las aguas transparentes del norte antiguo recuerdan a una naturaleza primitiva que jamás volverá. La perfección de la nave atraviesa las aguas verdes que nadie ha conocido aún. Nadie excepto la reina de los mares. Ella siempre ha estado ahí, en lo profundo, en el infinito azul.
El poderío de la nave transmite seguridad a los remeros, transmite fuerza y espíritu. Ellos son la nave. Pero la grandeza del mar y su reina es más intimidante. Los remeros son grandes, pero no soberbios. Saben que su objetivo sólo es el viaje en sí, y todo lo que ven, oyen, sienten y viven es sólo parte del viaje, y en el mar queda. 

jueves, 10 de noviembre de 2011

Nacimiento de una forma de vida

Nada se sabe acerca de la vida interior de aquellos remeros. Sólo lo que quedó registrado en sus remos, y en las naves. Nada fue nunca dicho, porque ellos conocieron otro mundo, y ese conocimiento murió con ellos. Eran hombres, en su mayoría, reclutados y salvados de la muerte, o peor, de la esclavitud. En una antigüedad gobernada por mujeres, el cuerpo de los hombres adquiría valores incalculables.
Pero las naves también eran gobernadas por mujeres, por lo que vivieron y aprendieron otro modelo, distinto del que se pregonó después…

domingo, 30 de octubre de 2011

Primeras bitácoras II

Las primeras escrituras fueron hechas en los remos, en una antigüedad muy lejana. Aunque nunca hallados, los remos fueron el primer soporte de los primeros signos escritos, expresiones primitivas de los esclavos que, en su intento de comunicar su nombre, de no olvidarlo, encadenados a los remos, simplemente se limitaron a tallar, libres rayaduras, doloridas y ensangrentadas como sus ataduras.
De esta forma nació la escritura, encadenada a una forma de vida, la del remero. La del esclavo. Pero a su vez con ansias de libertad.
Así el remo nunca se separó de la idea de libertad…, porque es lo que sus protagonistas buscaron, durante toda la eternidad.

martes, 25 de octubre de 2011

Primeras bitácoras

No se sabe con exactitud cuáles fueron la primeras bitácoras escritas por navegantes. Aquí intentaremos reconstruir ciertas historias relacionadas con ellos, con los antiguos navegantes, los primeros, quizás aquellos que experimentaron la navegación desde lo más bajo, desde el inicio: los primeros remeros.